Ingredientes:
-500 gr
harina de fuerza + 200 gr más o menos para añadir
-Ralladura
de 1 limón y 1 naranja
-1 pastilla
de levadura fresca de 25 gr
-1 chorro de
agua (60 ml)
-3 Huevos
-125 gr de
azúcar
-150 gr de
mantequilla en pomada
-5-8 ml de
agua de azahar
-1 copita de
ron (50 ml)
-1/2 vaso de
leche
-5 gr de sal
Para decorar:
-1 huevo
batido
-3 guindas
-Fruta
escarchada
-30 gr de
almendras crudas fileteadas
-4
cucharadas soperas de azúcar y un poco de agua
Preparamos la masa madre:
Calentamos el agua en un cuenco y deshacemos la levadura. El agua tiene que estar templada. Si está muy caliente matamos la levadura y si está fría no la estimulamos y no sube.
Añadimos
harina hasta dejar una masa ni líquida, ni espesa. La tapamos con film
transparente para que guarde el calor y suba la masa. Reservamos.
Preparación:
Ponemos en un bol grande 500 gr de harina.
Añadimos los huevos, el azúcar, la sal y las ralladuras.
Juntamos en un vaso la leche, el coñac y el agua de azahar. Lo calentamos y lo echamos al bol.
Con unas varillas de amasar (si no tienes se puede hacer a mano) mezclamos todo.
Agregamos la mantequilla en pomada (tiene que estar blanda) hasta que se integre bien en la masa.
Incorporamos la masa madre que teníamos reservada (que ya habrá subido) hasta dejar una masa homogénea.
Vamos
añadiendo los 200 gr de harina restantes poco a poco hasta conseguir una masa
que no se pegue al tocarla.
Terminamos
de trabajar la masa en la encimera.
Hacemos una bola para tensar la masa, la ponemos en el bol con un poco de harina y la tapamos con film para que no se seque.
Dejamos en
un lugar templado sin corrientes que suba la masa. Un buen truco es encender el
horno al mínimo (50 °C) durante 5 min y apagarlo. Entonces metes la masa y la
dejas allí hasta que duplique o triplique su tamaño. Tarda de 2 a 3 horas con
buena temperatura, pero puede llegar a tardar más si le faltan grados. Yo
normalmente lo hago por la mañana y cuando vuelvo a la hora de comer, está
listo.
Sacamos la masa del bol y la quitamos el aire amasándola y maltratándola (la damos golpes y la tiramos en la encimera).
Le damos forma de roscón. Yo normalmente le hago un agujero en el medio y voy estirando.
Ponemos el roscón en la bandeja del horno con papel sulfurizado o papel de horno y la tapamos con film transparente para que no se seque. Dejamos otra vez que suba hasta que triplique su volumen.
Decoramos con las guindas y la fruta escarchada.
Mezclamos el agua con el azúcar y se lo ponemos por encima. Al hornearlo el calor hará que se quede seco.
Ponemos las almendras por encima.
Metemos en el horno. No abrir el horno hasta que no esté hecho, porque se bajará.
Cuando esté
dorado, estará hecho por dentro también. Os aseguro que toda la casa olerá
maravillosamente. Sacarlo y dejar templar. No conviene comer estas masas
calientes. Aunque no sé si vais a poder controlaros.