Ingredientes:
-3 Patatas medianas
-150 gr. tomate frito
-Queso para gratinar
Para la bechamel:
-40 gr de aceite virgen extra
-2 cucharadas grandes bien colmadas de harina
-Leche entera
-Sal y nuez moscada
Preparación:
Pelamos las patatas, lavamos y cortamos en gajos estilo patatas bravas.
Las ponemos a freir en abundante aceite.
Mientras se fríen las patatas, vamos haciendo la bechamel. Ponemos en un cazo 40 ml más o menos de aceite (que cubra el fondo de la cacerola) y echamos la harina.
Movemos con unas varillas para que se mezcle bien con el aceite. Lo dejamos a fuego suave para que se cocine la harina y no se quede cruda. Vamos moviendo para que no se queme.
Agregamos un poco de nuez moscada y sal.
Removemos de manera continua con una varilla. Echamos un poco de leche y movemos.
Vamos añadiendo poco a poco la leche según veamos que va espesando. Quedará una mezcla homogénea y lo más importante sin grumos. Si os queda muy espesa con un poquito más de leche se soluciona.
Cuando estén fritas las patatas, las sacamos a un plato con papel para que absorba el exceso de aceite y las salamos.
Ponemos en una fuente refractaria tomate frito hasta que cubra el fondo (cada uno que eche al gusto). Echamos las patatas encima del tomate.
Cubrimos las patatas con la bechamel.